miércoles, 15 de diciembre de 2010

Orientación para el Empleo: Motivaciones

En el proceso de selección de empleo, tenemos que partir por conocernos a nosotros mismos. Esta puede ser tu principal fortaleza. Así, podrás convertir en oportunidad tus propias debilidades y cambiar las amenazas por factores favorables.
En esta entrada en el blog de Candelaria Empleo tratamos las motivaciones.
Nuestra conducta, nuestro comportamiento, cuanto hacemos en la vida, tiende a buscar un objetivo, es decir, conseguir algo. Por tanto, iniciamos cualquier conducta, dirigiendo nuestros actos hacia la consecución de un objetivo. Hasta que alcanzamos ese objetivo, persistimos en nuestro esfuerzo, más o menos intenso, dependiendo de lo que queramos conseguir. Podríamos definir la motivación como el impulso que guía nuestra conducta a la hora de alcanzar un objetivo.
En la motivación humana están presentes no sólo impulsos meramente reactivos y emocionales a la hora de satisfacer necesidades, sino también aspectos cognitivos, como son las propias creencias, valores y expectativas, que pueden guiar e impulsar la conducta de los individuos.
Planteamos diferentes tipos de motivación:

- Motivación epistémica: Haces las cosas por que te gustan, para aprender más, para formarte, y para sentirte a gusto, independientemente de que lo que hagas te sea útil o no, es decir, te sirva o no para algo.

- Motivación afiliativa: Haces las cosas por que necesitas estar con otras personas, es decir, por no estar solo, compartir con los demás y pasarlo bien.

- Motivación práctica: Haces las cosas para conseguir beneficios o solucionar problemas.

- Motivación dependiente: Haces las cosas por que los demás te lo dicen o te obligan, y no por lo que yo siento y quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario